Abstención o voto


Ya está acabando la jornada de reflexión y mañana es la "fiesta de la democracia", quiero aprovechar para dar mi opinión sobre el debate en falso de abstencionistas vs votantes que últimamente ha estado tan en boga, anteriormente he defendido el abstencionismo pero me he replanteado últimamente la cuestión.

Debate en falso porque la mayoría de argumentos que utilizan tanto los fundamentalistas de la abstención como los del voto parten de una falacia, la de la falsa dicotomía, unos consideran que los que votan ya pierden su capacidad de acción política y otros que los que no votan no tienen otra forma de participar en política. El acto de ir a votar y la participación política no son excluyentes ni se niegan la una a la otra, son complementarias.

Si un alto índice de abstención significara que la gente está en contra del sistema entonces ya se habrían producido varias revoluciones en los EEUU porque allí la abstención juvenil normalmente se acerca al 80%, la abstención tiene muchas causas y de ellas la llamada "activa" solo representa una pequeña parte. El mito de que con una alta abstención se acabaría con el sistema se cae por su propio peso, la mayoría de constituciones en vigor no establecen ningún tipo de quórum electoral, así que aunque solo votara el 10% de la población se daría por válido.

Votando se conseguirá poco, pero no yendo a votar se consigue menos todavía. Los abstencionistas que de verdad se piensen que por el hecho de no ir a votar están infringiendo daño al sistema pecan de ingenuidad o delirio de grandeza, el sistema va a seguir funcionando vayas a votar o no al igual que el capitalismo se va a mantener por mucho que no vayas al Burguer King o no compres ropa en Inditex, no es una comparación descabellada, al fin y al cabo el voto solo es un acto de consumo más.

La abstención consciente o activa no tiene mayor resultado que la autosatisfacción y la autoafirmación de la conciencia, por mucho que se pueda argumentar para justificarla no se puede negar tal cuestión, es un ejercicio de individualismo, elegir un beneficio personal, en este caso la afirmación de los principios porque carece de repercusión colectiva mas allá de los datos de las encuestas.

Ni solo votando, ni con una abstención masiva se va a cambiar el sistema, para tal fin es necesaria la articulación de fuerzas políticas y la organización de la sociedad civil en un proyecto revolucionario, un proceso que requiere tiempo y no es perfecto, los errores y experimentos forman parte de él ya sean dentro de la instituciones o fuera de ellas, todos tienen que ir en una dirección de acumulación de fuerzas y construcción de mayorías sociales que son las protagonistas de los cambios.

Termino parafraseando a Ricardo Mella, lo importante no es votar o no votar, eso es cuestión de cada uno, lo verdaderamente importante es lo que se hace el resto de año. Votando o no votando, las cosas se consiguen luchando.

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